Qué no hacer a la hora de dar órdenes.
Es fundamental comprometer a los adultos a no hacer uso de determinadas actuaciones que aunque en un principio pueden ser efectivas a la larga son perjudiciales tanto para los menores como para la familia al completo.
Hablamos de:
1.- CHANTAJE EMOCIONAL: No usar frases como: "Eres malo y no te quiero" o "cómo me puedes hacer sufrir tanto". Es mejor decir: "Te quiero mucho, pero me enfado cuando saltas encima del sofá"
2.- AMENAZAS: No recurramos a la amenaza para que obedezca. Puede resultar eficaz en el momento, pero desarrollará miedos posteriores o acabará amenazándonos a nosotros y también a los demás.
3.- NEGOCIACIÓN DE LAS NORMAS O JUSTIFICACIÓN DE NUESTRA ACTITUD. No hay que darle opciones para elgir; hasta los cinco años no es capaz de tomar decisiones sencillas entre dos o tres alternativas. Los/as pequeñas no entienden de tratos y les confunde algo que traducen como un cambio continuo de la norma sin saber a qué atenerse. Como consecuencia, dejan de respetarla.
4.- RISAS MIENTRAS DAMOS UNA ORDEN. Haga lo que haga, no debemos eludir la seriedad que el momento necesita y no podemos permitir que interprete que estamos jugando o que las normas son algo que se puede tomar a broma.
5.- FORCEJEOS Y DESCALIFICACIONES. Por supuesto, no debemos recurrir a ningún tipo de forcejeo o descalificación para obligar al cumplimiento de la norma. Esto no enseña nada positivo. Existen otras muchas formas de hacer cumplir una orden, como dejar de atender cualquier actividad que inicie y repetirle el mensaje: "Cuando hagas lo que te he dicho, te atiendo".
Hasta aquí nuestra entrada de hoy. Desde EDUCADORA A DOMICILIO, creemos que estas putas os ayudarán a ser un poquito más conscientes de cómo os comportáis a la hora de dar y hacer cumplir una norma y que os ayuden a pulir aquellas cosas que no llegan a que consigáis vuestros objetivos.